martes, 20 de abril de 2010

De eMes para usted señorita precavida (cuando la intuición no abandona)


Llegaste de flor le dije una noche, lo entendió tan bien que se quedo, se escabullo y me engaño. Pensé que cambiar la historia podría ser mejor y sabiendo lo que podía suceder al viento puse fe y ya saben el resto de la historia, me equivoque. Como pasa el verano y se asientan las hojas del otoño cubriendo los colores que me dio día a día desapareció, me abandono sin más ni menos.

Ya era tarde cuando me dí cuenta que había entregado a él mucho más que las intenciones de ceder, porque hice el intento de resistir, confiaba en mi intuición que no falla. aún así la encerré en la cajita de lo sobrenatural donde hay tristezas aguardando a ser vividas, tristezas que mantengo bajo siete llaves ya hace más de 3 años. En un momento quisieron escapar y salieron uno que otro recuerdo que me hicieron recordar que tal vez no deberían estar ahí guardadas, sino que ya vividas y resueltas.

Y así con tanto sentimiento revuelto sentí que él volvería, que no se iría, que vendría y me pediría un abrazo, pero recibí justamente lo contrario.


En un momento de verdad creí que se había arrepentido, pero solo logró poner la culpa en mí y fingir ser una víctima de las circunstancias y fue ahí cuando decidí buscar la llave de aquella caja sin resolver, la abrí y la encontre, ahí estaba ella esperando por mí con una lista de reclamos un poco larga, ya que había convivido un tiempo con todos esos recuerdo ahí dentro. no supe que decir mantuve mi silencio, sentí aún más tristeza que preferí vivir porque sé que llegará el día en que quiera guardarla nuevamente y no habrá espacio en la caja.

La intuición me contó que estando ahí dentro cuidaba de mí que jamás me abandono como lo hizo él y que las decisiones que tome las enviaba vía De eMe encubierto, entonces recorde que esa caja ella la había puesto ya hace tantos años en mi vida. Me sentí Feliz de tenerla de compañera que jamás me dejará y que siendo el principio o el final me hace precavida, me evita el daño y los dolores rotundos, pero a pesar de eso no le prometí nada, la intuición es amable y generosa.

Y al finalizar solo me advirtío una cosa " No quiero que te culpe por no comprender porque lo único que hiciste fue hacerlo o al menos intentarlo, no quiero que te pida que no quieras olvidarte de su amor supuesto porque creíste en él y que no te pida que vuelvas porque te he hecho una Señorita precavida inmune a De Emes " ....


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